Con agrado recibimos la noticia de la tregua electoral por parte los partidos
políticos y sus candidatos, sin embargo, las autoridades electorales han hecho
gala de constantes apariciones en los medios masivos promoviendo la
participación ciudadana. Millones de pesos se invierten por parte de estos
organismos que buscan, a través de sposts bastante aburridos, incentivar a la
población a ejercer sus derechos políticos. Los hay de todo tipo, desde los
tibunales (que ya de por si la propia palabra denota mantener cierta distancia
con ellos) hasta la fepade, ife, cee, y otros más.
Los millones de pesos que se invierten en estas acciones de muy poco han servido para alentar al respetable a acurdir a las urnas. Pocas veces rebasamos el 50% de participación, ello sin contar aquellos que acuden al llamado producto de la despensa, el billete, o el lonche. No nos distinguimos por ser un pueblo dispuesto a movernos políticamente y eso lo aporvechan muy bien, quienes hacen de la política su forma de vida.
Los partidos políticos en México estan viviendo tiempos difíciles. PRI y PAN, transitan por escenarios penosos, pues al elegir a sus candidatos a senadores y diputados por la vía plurinominal, han dejado muchos inconformes. El Comité Nacional del PAN baso sus designaciones en Nuevo León, bajo el argumento de que el padrón no era confiable, que tenia mañan, trampa y estaba envuelto no se que tantos trinquetes, lo que motivó a un grupo de destacados panistas encumbrados en su cúpula, a hacerla de jurado ante la pasarela de los suspirantes. El resultado fue que quienes fueron responsables de las tropelías con el padrón, recibieron su recompensa.
El caso del PRI no es para menos, aquellos a quienes los persiguió la telenovela del PEMEXGATE y que a punto estuvieron de perder su fuero para enfrentar la justicia, son de nuevo, tomados en cuenta para convertise en representantes del puelo, cuyo mayor reclamo es precisamente la justica.
No se puede alentar la práctica de tan noble actividad, cuando los partidos han hecho de la misma, teatro, simulación y descrédito. Los millones de pesos que invertimos en publicidad y difusión, de poco servirán si primero no comenzamos por guardar respeto para quienes en este país tenemos el mandato "soberano".
Los millones de pesos que se invierten en estas acciones de muy poco han servido para alentar al respetable a acurdir a las urnas. Pocas veces rebasamos el 50% de participación, ello sin contar aquellos que acuden al llamado producto de la despensa, el billete, o el lonche. No nos distinguimos por ser un pueblo dispuesto a movernos políticamente y eso lo aporvechan muy bien, quienes hacen de la política su forma de vida.
Los partidos políticos en México estan viviendo tiempos difíciles. PRI y PAN, transitan por escenarios penosos, pues al elegir a sus candidatos a senadores y diputados por la vía plurinominal, han dejado muchos inconformes. El Comité Nacional del PAN baso sus designaciones en Nuevo León, bajo el argumento de que el padrón no era confiable, que tenia mañan, trampa y estaba envuelto no se que tantos trinquetes, lo que motivó a un grupo de destacados panistas encumbrados en su cúpula, a hacerla de jurado ante la pasarela de los suspirantes. El resultado fue que quienes fueron responsables de las tropelías con el padrón, recibieron su recompensa.
El caso del PRI no es para menos, aquellos a quienes los persiguió la telenovela del PEMEXGATE y que a punto estuvieron de perder su fuero para enfrentar la justicia, son de nuevo, tomados en cuenta para convertise en representantes del puelo, cuyo mayor reclamo es precisamente la justica.
No se puede alentar la práctica de tan noble actividad, cuando los partidos han hecho de la misma, teatro, simulación y descrédito. Los millones de pesos que invertimos en publicidad y difusión, de poco servirán si primero no comenzamos por guardar respeto para quienes en este país tenemos el mandato "soberano".
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