jueves, 16 de agosto de 2012

UN MUNDO MEJOR


No hay inocentes, sólo distintos grados de responsables…Stieg Larsson

Un mundo mejor, es el título de una cinta Sueca-Danesa, que trata de forma magistral el tema del BULLYING. Ganadora del Oscar a la mejor película extranjera en el 2010, narra la vida de jóvenes de entre 10 y 12 años y su comportamiento que deriva en este tipo de conductas asociadas a la violencia. A pesar de lo ajeno que pareciera para nosotros el escenario ubicado en Dinamarca con familias de cierta posición y estabilidad económica, lo cierto es que el tema no responde de manera exclusiva a este tipo de situaciones.

El mundo violento en el que vivimos provoca trastornos sociales con consecuencias aún desconocidas. Diariamente nos enteramos de hechos vinculados a este tipo de conductas en los cuales niños y adolecentes ofenden, lastiman o dañan a sus compañeros o inclusive a profesores o personal escolar cuyos niveles aumentan cada vez más, tanto en número de casos como en sus formas y manifestaciones.
Este fenómeno ha puesto en alerta a las autoridades escolares y a diversos organismos públicos gubernamentales y sociales, para intentar frenar la creciente escalada de casos asociados a esta conducta.
La Secretaría de Educación del Gobierno del Estado, en coordinación con otras instituciones y la participación de la sociedad, han publicado un documento denominado Lineamientos Generales para la Convivencia Escolar. Esfuerzo orientado a frenar este tipo de manifestaciones violentas que cada vez son más reiteradas y con efectos de mayor alcance.

La actual crisis nos ha llevado a incrementar los esfuerzos económicos, intelectuales y materiales para combatir la criminalidad y la violencia. Entre mayores inversiones dedicamos a construir penales, reformar leyes con penas más severas, reducir la edad penal, implementar medidas de seguridad en comercios, edificios y en las calles, dejamos de lado posibilidades para desarrollarnos en otros ámbitos que nos permitan verdaderamente superarnos.

Durante años dejamos de atender lo primordial, provocando con ello que la crisis causara mayor impacto en la sociedad. No nos resta más que intentar enmendar el camino a través de acciones correctivas y preventivas que destaquen los valores sociales y familiares. Convertir el deporte en una política pública. Revalorar la función escolar como apoyo fundamental en la formación de personas integras, destacar la influencia de la familia en el proceso de desarrollo del individuo y la sociedad y combatir la impunidad como semillero del deterioro del sistema de justicia. 

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