Somos lo que hacemos día a
día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito…Aristóteles
A principios de este año el presidente Felipe Calderón, firmó el decreto para modificar la Constitución y
la Ley General de Educación, haciendo obligatorio el bachillerato. El período
de transición de dicha medida es a partir de este ciclo escolar que recién
inicia, hasta el año 2022. De forma paulatina se harán las inversiones
necesarias que soporten dicha reforma y de forma planificada ir incorporando a los
jóvenes a este nivel educativo de manera obligatoria. ¿Cuáles fueron las
razones de llevar a cabo este decreto?
1.- Existe una exigencia del sector
laboral formal para que quienes ingresen deban cumplir con este requisito
educativo. La medida pareciera buena a primera vista, pero ¿No sería mejor hacer
esa exigencia de generación de conocimientos suficientes en el componente
básico? De esta manera podriamos suprimir la obligatoriedad de la preparatoria.
2.- Existen en México un creciente
número de jóvenes sin acceso educativo, lo que los hace presa de incorporarse
al crimen organizado. Mantenerlos estudiando puede ayudar a alejarlos de estas
tentaciones. Esta medida puede ayudar, siempre y cuando la formación recibida
en realidad contribuya a la formación integral del individuo y que el entorno
económico ofrezca oportunidades reales, de otro modo solo estaremos retrasando
el “ingreso” de esos jóvenes a la criminalidad.
3.- La preparatoria obligatoria
debería ser parte de un proyecto más ambicioso en términos educativos. No solo
su incorporación obligatoria, sino mirar hacia el nivel básico como semillero
del bachillerato, con la fortaleza que el nivel exige de acuerdo a las
necesidades del entorno. Y generar en el bachillerato la formación de
habilidades y los conocimientos para el desarrollo humano y profesional que el
joven requiere.
4.- La obligatoriedad de la
preparatoria no otorga por si sola las soluciones que suponemos. Se requieren
cambios fundamentales en el ámbito laboral, fiscal y de asistencia que
apuntalen una medida como esta. Generando con ello no solo cambios en el ámbito
educativo, sino en el sistema económico, productivo y social del país.
Por lo pronto es una iniciativa
bastante necesaria, que deberá ser acompañada de talento, recursos y visión
clara, que permita obtener los mayores beneficios de esta medida. De otro modo
nos quedaremos como nos sucede con la educación básica, orgullosos de la obligatoriedad
constitucional, pero apenados por los resultados tan pobres que año con año
salen a la luz pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.