No basta con
arrepentirse del mal que se ha causado, sino también del bien que se ha dejado
de hacer. ..Joseph Sanial-Dubay
Hace poco más de un año nos sorprendió la noticia del
asesinato de 77 personas a manos de un individuo. El magnicidio tuvo lugar en Noruega,
un Estado que se caracteriza por sus altos niveles de desarrollo humano,
democracia, transparencia, entre otros indicadores de los que este país nórdico
es ejemplo.
El asesino primeramente dio muerte a 8 personas al colocar un
artefacto explosivo en un edificio de la capital, posteriormente armado hasta
los dientes, se trasladó a una isla donde jóvenes llevaban a cabo un retiro, matando
a 69 personas más.
Ideas extremistas lo llevaron a cometer este condenable acto.
La corte de aquel país acaba de imponerle 21 años de cárcel. Pena por demás
ridícula tomando en cuenta las agravantes de los hechos y más aun su magnitud.
En suma pagará menos de tres meses de cárcel por cada una de las víctimas.
A simple vista y sin conocer de fondo el caso ni el sistema
judicial Noruego, es una injusticia. Al margen de las enfermedades que este
sujeto padezca, no puede el Estado (el que sea) salvaguardar la seguridad de
sus miembros a partir de una justicia tan laxa y complaciente.
Desconozco el valor (no en el sentido de unidad de medida) que la vida del ser humano tiene en aquel país, quizás sea igual que en León
Guanajuato, como lo anunciaba José Alfredo. Pero un estado tiene el deber
primordial de establecer en base a las normas fundamentalmente, los elementos
propicios para garantizar la seguridad personal de sus miembros.
Esta salvaguarda incluye establecer criterios jurídicos bajo
los cuales habrán de desenvolverse sus miembros, las penas que se impongan en
caso de trasgresión, así como la garantía de una sanción justa.
Si bien la vida de una persona inocente es tan poco apreciada
por el Estado Noruego, porque entonces sí lo es la de este sujeto al cual se
impone una pena tan ridícula, al margen de que en este tiempo se pueda o no
garantizar su regeneración e integración posterior a la sociedad.
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