Fomentando el Desempleo

Cuando alguien te diga que se ha hecho rico gracias al trabajo, pregúntale: «¿al trabajo de quién?». (Don Marquis)

La propuesta de fomentar la inversión y como consiguiente el empleo me parece formidable, loable y bien intencionada. Los candidatos a todo cargo público y de todos los partidos están en favor de que hace falta chamba para poder aspirar a niveles de desarrollo y crecimiento en lo económico y social.

Pero por otro lado (ya vas a empezar van a decir) vemos con desagrado como los gobiernos en todos sus ámbitos están en la quiebra. Sus niveles de endeudamiento crecen de manera exorbitante y no hay poder humano que haga frenar esta situación.

A finales de los noventas con la descentralización de los fondos federales a los municipios, se instituyó una partida para el saneamiento financiero de los ayuntamientos. Esta medida permitió el pago de pasivos que en muchos casos eran alarmantes. Las oficinas municipales concluían los trienios sin servicios y con los reclamos de proveedores de tener meses y hasta años sin cobrar. Pero esta medida no dio frutos, pues no se acompañó de acciones de austeridad general y reglas de comportamiento administrativo que hicieran de la racionalización del gasto una política.

 Se detienen pago a proveedores lo que significa en muchos casos el quebranto y cierre de negocios, la pérdida de empleos, desconfianza hacia unos de los consumidores de bienes y servicios más importante, que es el gobierno. El comportamiento administrativo de los gobiernos se encuentra muy al margen del discurso. Su manera de atender la situación financiera interna provoca el caos para muchos pequeños y medianos negocios, que ven mermado su patrimonio con este tipo de quebrantos. La mejor manera de hacer frente a una política de empleo, implica el saneamiento financiero de las administraciones públicas. El fomento de las actividades económicas mediante la compra y adquisición de bienes provenientes de las empresas locales como parte de los incentivos, y el aseguramiento de una política de pagos que permita su desarrollo.