miércoles, 16 de mayo de 2012

Contiendas Políticas


El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones…Winston Churchill


En los últimos días los ciudadanos hemos visto con cierto desprecio, como las contiendas políticas se convierten poco a poco en crueles batallas por desacreditar a los contrincantes. Los argumentos constructivos se agotan y comienzan la suerte de descalificaciones. Con argumentos y pruebas muchas de ellas, otras bajo simples sospechas. Es cierto que en nuestro esquema jurídico electoral las formas de expresar los sentimientos e intentar convencer al elector no están del todo regulados, lo que en la mayoría de los casos es aprovechado por los competidores políticos.

Algo relevante en todo este asunto, es la forma como los medios de comunicación que deberían de asumirse como intermediarios entre candidatos y ciudadanos; en mucho ayudarían si dejaran de publicar estas descalificaciones y cancelar aquellos espacios para que se reproduzcan este tipo de ataques.

Si en una jornada de proselitismo no hubo nada constructivo simplemente no publiquen nada, pero esto va en contra de los acuerdos a los que los mimos medios se someten en aras de vender más espacios, obtener mayores ganancias e intentar influir desde su posición a favor de uno u otro candidato.

Otro aspecto más en el marco de este fenómeno político son las encuestas. Si bien estos instrumentos de medición sirven como termómetro para detectar las preferencias de los electores en cierto espacio y tiempo, destacan las interpretaciones que los dueños o representantes de estas firmas hacen respecto del comportamiento de los votantes. Se atreven a descifrar las maneras de pensar de la población mexicana, sus miedos, anhelos, capacidades mentales, cultura, en fin, una encuesta sobre las preferencias electorales es un referente para todo.  En este caso la política pareciera lo envuelve todo, y de nueva cuenta los medios dando crédito a ello.

Un aspecto por demás fuera de contexto son las firmas de pactos de civilidad que van desde lo local hasta la esfera nacional.  Absurdo, fuera de lugar, descrédito de las reglas establecidas, y para colmo, inminente violaciones a estos mismos acuerdos aun antes de firmarse.

La regla es que no hay reglas más allá de las que ya imperan en el sistema político electoral. La ley, las instituciones y el proceso. Sobran pues las firmas que no hacen sino hacer más cursi el proceso político.

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