miércoles, 2 de mayo de 2012

En sus marcas...


Si un partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse que sus adversarios le hagan culpable de la sequía.
(Morrow)
De acuerdo a las últimas cifras dadas a conocer por el diario Reforma, dos de los principales candidatos a la presidencia de la república han descendido en las preferencias de los votantes, otro más subió escasos dos puntos porcentuales, pero uno de ellos incrementó sus preferencias en un 100%. A ese paso en doscientos años el profe llegará a ser presidente de México.
En uno de los partidos de la copa del mundo de España 82, los hermanos salvadoreños se enfrentaban a Hungría. Era de esperarse una goliza y los húngaros no nos defraudaron, ganaron el encuentro 10-1. El ánimo de los aficionados estaba con nuestros hermanos, sin embargo, pese al esfuerzo, dedicación, entusiasmo y a los impecables uniformes que estrenaron, no les alcanzó. Hicieron historia, les propinaron la peor goliza en una fase final y lograron marcar su primer gol.
En la mayoría de los deportes la afición suele simpatizar con el débil. La solidaridad, la ternura, o el simple hecho de vernos reflejados en ellos, nos hace alentarlos. En la medida que es apabullado nuestro gallo, el sentimiento de apoyo se transforma en misericordia. Termina el encuentro y comenzamos a buscar una explicación sensata y convincente. De no haber sido por el árbitro, chance si ganaban, tuvieron mala suerte, es  que el clima no les ayudo nada, no están acostumbrados a jugar en pasto.
En política sucede lo contrario. Los ciudadanos al observar las cifras de las encuestas suelen buscar la mejor opción en función de las posibilidades de triunfo. Los indecisos intentan darle utilidad al sufragio y si ven poca chance al candidato de su preferencia, es muy probable que su intención de voto se incline por alguno que a su parecer tenga oportunidad real de ganar.
Precisamente los resultados de muchas de las encuestas parecen poco convincentes, provocando que los candidatos las desacrediten, pues se hacen con el objetivo de afectar el ánimo de los votantes.

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