Cuando el dinero habla, la verdad calla...proverbio chino
El periodista Sergio Sarmiento en su columna del lunes pasado
hace una de sus tantas defensas en pro de lo que él supone el desarrollo y
crecimiento de la zona y a la postre del país. Nos habla de todas las bondades
de la empresa, de su responsabilidad social y de los dotes profesionales y
éticos de quienes la dirigen.
No sé por qué, pero siempre que alguien habla maravillas de
otra persona o de alguna empresa me resulta más sospechoso, sobre todo cuando
las palabras vienen de un periodista. Las empresas no la brincan sin huarache.
No dan nada por nada y el resultado al final siempre es que al jodido se lo
transan.
Los contratos de concesión, arrendamientos, negocios,
compras, permisos, usufructos, modificaciones de uso de suelo, convenios, etc.
Siempre que intervienen los poderosos, SI SE PUEDE. Pero no intentes como hijo
de vecino cambiar una resolución de la autoridad, querer modificar algún
ordenamiento, o cualquier evento cuyo beneficio sea directamente para ti y sin
afectar negativamente a nadie, porque NO HAY, NO HAY.
En el vecino municipio de Guadalupe, la autoridad arrendó un
predio a una empresa por 4.000 mensuales más IVA, cuando su costo en el mercado
puede llegar a los 40,000. Los alegatos de la autoridad es que siguieron y
respetaron lo que las leyes orden, no precisamente las del mercado o las de
carácter ético, sino las jurídicas, que a la postre son las que valen.
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