jueves, 18 de octubre de 2012

CHÁVEZ, SÍ


El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional…Buda


El fallecido cantante (si a eso se le puede llamar cantar) dejo huella en un amplísimo sector de la raza con su tema COMO ME DUELE. A ritmo de banda el oriundo de Sinaloa apodado el Gallo de Oro, ponía a bailar a sus seguidores.

Esta semana los noticiarios nacionales se enlutaron con la noticia de que Chávez ganó de cuenta los comicios presidenciales en la hermana república bolivariana de Venezuela. Compitió contra un novel derechista que dejó buenas nuevas en el electorado y estrechó en demasía la ventaja que se pronosticaba para el presidente.

En México los noticiarios nacionales y locales daban cuenta, ahora sí, de las tropelías cometidas por el candidato oficial controlando los medios de comunicación, aprovechando el aparato gubernamental y las medidas populistas para manipular al electorado. Con lujo de detalles y ardidos por el triunfo chavista, no ocultaban su DOLOR.

Pareciera como si a los mexicanos comunes y corrientes, la raza de a camión nos interesara tanto lo sucedido políticamente en Venezuela, nación a la que conocemos gracias a nuestro amigo el Puma, y a las Misses que año con año son rivales de consideración en los certámenes internacionales de Belleza.
Lo demás nos da igual, al menos aparentemente. Solo que gracias  a Dóriga, Ciro y Alatorre, pareciera que Venezuela es una sucursal de Chalco. Con tal vehemencia relatan las andanzas y escaramuzas del Presidente Hugo Chávez, desatando una crítica feroz contra el líder militar, con el único propósito de compararlo con AMLO, a quien buscan a toda costa desprestigiar, convirtiéndose en los principales aliados de un sistema del cual obtienen prebendas de todo tipo. 

Ojalá que del mismo modo los noticiarios den cuenta ya no de los sucedido en Uruguay o Ecuador, sino con el mismo sentido informar al pueblo mexicano sobre lo que realmente nos compete y que tiene que ver con lo que hacen y dejan de hacer nuestros gobernantes y no precisamente lo que pasa en aquella nación donde el presi hace de todo acto una pachanga. AY COMO LES DUELE…

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