lunes, 15 de octubre de 2012

EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS


Es lícito violar una cultura, pero con la condición de hacerle un hijo…Simone de Beauvoir

Celebramos recientemente  la llegada de los españoles a América. Esta cita trajo consigo la fusión de culturas que antes se creían inexistentes para el hombre del viejo continente. Los historiadores escriben teorías sobre la manera como esta integración social se dió. Si fué Colón, Américo, u Magallanes, lo cierto es que Europa y América se integraron, dejando con ello un legado de enseñanzas, destrucción y saqueos, conductas cien por cierto humanoides.

El hombre desde sus orígenes ha tenido en su mente la exploración y conquista de territorios. Mide su fortaleza en función de la posesión y dominio de extensiones de tierra. Bajo esta premisa utiliza todo cuanto tiene a su alcance para lograrlo.

Usa para tal propósito la fuerza, la organización y administración de los ejércitos, inventó armas y naves para surcar los océanos, le dio forma al bien y al mal para someter a sus enemigos, en fin todo cuanto tuvo a su alcance.

Hoy en día las conquistas se presentan con la misma vehemencia. Las grandes corporaciones comerciales en contubernio con los gobiernos hacen de las suyas para someter y conquistar territorios, como sinónimo de poder.

Por otro lado la población logra aprovechar los pequeños resquicios que la ley y la naturaleza le proporcionan para contrarrestar los efectos gubernamentales por inventar y controlar las fronteras. La humanidad ha encontrado sus maneras de acercarse a pesar de la distancia. Los medios de información y comunicación se diversifican y las barreras naturales se hacen polvo ante la inminencia de la proximidad mediante las palabras.

El hombre busca con afán su identidad mediante sus encuentros, por el contrario el poder busca someter al hombre a través de la obediencia, temor y consumo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.