Las penas del mañana son más temibles que las del
pasado…Hamerling
Lo que era antaño día de fiesta
nacional pasa ahora inadvertido. El día del presidente se constituyó durante
muchos años como parte del folklore político de nuestro sistema. Era una fecha
en la que se guardaba tributo al primer mandatario. Era día de asueto laboral y
escolar, lo que más disfrutábamos. Se decretaba ley seca, habría que mantenerse
sobrio para escuchar durante horas los dichos del presidente y la carretada de
aplausos cada vez que culminaba algún párrafo al cual ponía especial énfasis.
Las calles alrededor del recinto
legislativo se llenaban de papelitos multicolores. Lo que llamaba la atención
era el tipo que aparecía detrás del presidente; disfrazado de gendarme y con
gesto de resaca de esas feas. No se movía, no parpadeaba, ni mostraba síntoma
alguno de aburrimiento o desesperación. Se mantenía a pie firme, sereno,
sobrio, atento al acontecer de la lectura. Su misión era además de no dormirse,
mantener el vaso de agua siempre con suficiente líquido por aquellos los tragos
amargos.
El Presidente hacía gala de su
capacidad para leer y en ocasiones hasta improvisar, no sólo para anunciar
hechos sin precedentes, sino inclusive para derramar lágrimas en pro de una
nación a punto del colapso.
Aquellos tiempos han quedado en
el olvido. Ahora el presi, manda a su más fiel colaborador a entregar su
informe. Como quien envía a un propio a dejar un paquete al servicio postal.
Con oficio en mano hace entrega de los tomos del documento y pasa a retirarse presuroso,
no sin antes pedirle a la secre que le firme de recibido.
Ya los diputados tendrán tiempo
suficiente para su análisis y en caso de tener alguna duda, llamar a cuentas a
los titulares de cada área. La sociedad queda en segundo plano en este acto que
hasta hace algunos representaba un monumento al aburrimiento burocrático.
Rendir cuentas parece que no
importa a nadie, ni siquiera al presidente, que más que hacerlo ante la
presentación, lo hace ante sus cuates quienes le rindan tributo, aplausos y
hasta felicitaciones.
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