Hemos levantado una polvareda
y nos quejamos de que no podemos ver…George
Berkeley
Esta es la expresión que alude a la sorpresa, el asombro o
inclusive la incredulidad. Los regiomontanos hablan recio, golpeao dirían en
Perros Bravos Nuevo León. La reciedumbre de la casta norteña proviene de
esfuerzo y la tenacidad por abrirse paso en una tierra que muchas veces parece
inhóspita, a la que hay que labrar con insistencia.
La gastronomía de por estos lares es muy variada, con
características particulares. Sencilla, a veces pareciera que hasta sin chiste,
pero con carácter. La machaca o carne seca es propio de la región. La carne
tenía que secarse pues de otro modo las altas temperaturas hacían lo suyo
encambio un trozo de carne curtida con sal y al calor del sol, podría durar por
meses.
Otro platillo emblemático de la región es el cabrito. Ya el
maestro Armando Leal nos relató la forma como este preciado animal se convirtió
en un ícono de la gastronomía norteña. Mi padre platica que cuando era joven y
sacaba a pasear a mi madre, (y alguno que otro molletito) la llevaba a comer
cabrito, sobre todo cuando era fin de quincena o bien cuando las aguas estaban bajas.
Era una comida muy barata, al alcance del pueblo. Hoy una orden de cabrito en
una fonda del mercado cuesta más de $200.00, ya en un restaurante de más catego
puede costar $350.00. ¡A CABRÓN¡
Los novios de ahora llevan a sus doncellas a comer este
pequeño rumiante solo en ocasiones especiales o cuando la quincena recién ha
llegado, de otro modo es imposible clavarle el diente a tan preciado animal.
La reciedumbre norteña es cosa del pasado, con el se fue
también la posibilidad de comerte una buena riñonada. Ahora los regiomontanos
sacamos la casta a costa de un Mc trío.
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