lunes, 24 de septiembre de 2012

¡A CAÓN!


Hemos levantado una polvareda y nos quejamos de que no podemos ver…George Berkeley

Esta es la expresión que alude a la sorpresa, el asombro o inclusive la incredulidad. Los regiomontanos hablan recio, golpeao dirían en Perros Bravos Nuevo León. La reciedumbre de la casta norteña proviene de esfuerzo y la tenacidad por abrirse paso en una tierra que muchas veces parece inhóspita, a la que hay que labrar con insistencia.

La gastronomía de por estos lares es muy variada, con características particulares. Sencilla, a veces pareciera que hasta sin chiste, pero con carácter. La machaca o carne seca es propio de la región. La carne tenía que secarse pues de otro modo las altas temperaturas hacían lo suyo encambio un trozo de carne curtida con sal y al calor del sol, podría durar por meses.

Otro platillo emblemático de la región es el cabrito. Ya el maestro Armando Leal nos relató la forma como este preciado animal se convirtió en un ícono de la gastronomía norteña. Mi padre platica que cuando era joven y sacaba a pasear a mi madre, (y alguno que otro molletito) la llevaba a comer cabrito, sobre todo cuando era fin de quincena o bien cuando las aguas estaban bajas. Era una comida muy barata, al alcance del pueblo. Hoy una orden de cabrito en una fonda del mercado cuesta más de $200.00, ya en un restaurante de más catego puede costar $350.00. ¡A CABRÓN¡

Los novios de ahora llevan a sus doncellas a comer este pequeño rumiante solo en ocasiones especiales o cuando la quincena recién ha llegado, de otro modo es imposible clavarle el diente a tan preciado animal.

La reciedumbre norteña es cosa del pasado, con el se fue también la posibilidad de comerte una buena riñonada. Ahora los regiomontanos sacamos la casta a costa de un Mc trío. 

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