La felicidad del cuerpo se funda en la salud; la del
entendimiento, en el saber…Tales de
Mileto
"Lo que bien se aprende no se olvida" Reza una sentencia popular y aplica para muchas acciones en
nuestra vida. Esto del aprendizaje ha llevado al ser humano a explorar la
mente, las funciones psicomotrices, conductas, manías, fobias, etc. Los debates
sobre las maneras de aprender son
amplios. Se buscan nuevos esquemas de aprendizaje que garanticen ya no solo
memorizar datos, sino que además se apliquen.
La violencia en nuestra comunidad se ha recrudecido. Cuando
en el ánimo de la comunidad parecía que las cosas se estaban componiendo de
nueva cuenta una oleada de sucesos muestran síntomas de que las cosas en
realidad nunca mejoraron.
Nuestra comunidad comenzó a padecer de la violencia como
ahora la conocemos hace relativamente poco. Antes había problemas asociados a
este fenómeno, tal y como se viven en otras grandes urbes. Sin minimizar
aquella situación, se trataba de una violencia hasta cierto punto controlable.
En la medida que los problemas se activan la sociedad reacciona,
pero por lapsos de tiempo breves. Cuando incendiaron el casino, los jugadores
se replegaron durante dos días. Al ver que los demás centros de apuestas no sufrían
los mismos estragos, los clientes
regresaron a las apuestas. Nadie parece haber aprendido la lección.
Somos de memoria corta. Los planes de contingencia sanitaria
de hace dos años, daban muestra de que si algo nos caracteriza no es
precisamente la limpieza. Las salas de cine lucían vacías, así como los centros
comerciales. Dejamos el saludo de beso, para imitar a los nipones en los buenos
días. Pero pasado el susto regresamos a nuestros hábitos de poca higiene.
Lecciones como estas no se han aprendido del todo. Nos conformamos relatando sucesos y dándonos
ánimos, asumiendo que las cosas se arreglan por si solas o con sola acción del
gobierno, sustrayéndonos de nuestra responsabilidad como sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.