Logros y más logros se escucharon en
la lectura del sexto informe de gobierno. Cualquiera diría que se trataba de
Finlandia, Noruega o Suiza. Parecía que la vida en suelo azteca transita sin
preocupación alguna. Hay empleo, crecimiento económico, inversiones por
doquier, cero conflictos laborales o magisteriales, la seguridad es tal que es posible transitar tranquilamente por las carreteras y caminos, los precios de
la canasta básica están al alcance de todos, no come aquel que no tiene hambre.
Lo peor de todo es que ante tales pronunciamientos sus paleros y cómplices de
la catástrofe hacen burla de un país entero, aplaudiendo al preciso sus dichos.
Se vanaglorian de las reservas económicas internacionales,
sin ser sinceros con el pueblo. No tenemos chorromil millones de dólares en una
bodega, tipo Shen Lee Gonn. Las mentadas reservas no son dinero líquido que el
gobierno almacene en algún lugar. Son una especie de línea de crédito al
alcance del gobierno para pagar compromisos de inversionistas en bonos del
tesoro mexicano. Son dinero plástico capaz de ponerse en uso cuando así se
requiera. Obvio que existe un respaldo que hace que estas reservas crezcan o
disminuyan.
Tampoco el presidente del empleo logró imprimirle dinamismo
a la economía para generar los empleos necesarios. Dos millones de nuevos puestos de trabajo es el saldo que dejó, sin precisar cuantos se perdieron en este
mismo período.
En materia de salud, la gripe AH1N1, fue la tabla de
salvación para tener la excusa perfecta. Pero de esta enfermedad que puso de
cabeza a una nación, arrojó si acaso dos mil muertes. En México mueren el doble
de personas por enfermedades asociadas a problemas gastrointestinales, por
padecer pobreza. Y nadie pone el grito en el cielo, no hay alertas, ni recursos
adicionales, ni ONU, ni nadie que ponga remedio a esto que sucede año tras año.
En materia educativa el lastre sindical sigue poniendo de
manifiesto quien manda en este sector. Los indicadores nos ponen por debajo de
los países centroamericanos.
El crecimiento económico anda por los mimos rubros. Por encima
solo de Haití, Guatemala el Salvador y Nicaragua.
La guerra del preciso nos arroja más de 100,000 muertos. Los
capos siguen matándose entre sí, lo que significa que a este ritmo pronto
alcanzaremos la paz.
Las mentiras son parte del genoma azteca. Mentir en política
es aun más reconocido como parte de nuestro estilo de vida. El gobierno se
empeñó durante este sexenio, en plantear un espejismo del cual no es
recomendable despertar.
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