La
política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos
que no quieren salir…Jacques Benigne Bossuet
Hace 20 años formar parte de las filas de la burocracia era
una actividad a la que muchos despreciaban. No representaba el anhelo de
aquellos que estudiaban alguna profesión. El servicio público no gozaba de
reputación suficiente como para pensar en integrarse a él. Si acaso alguien
decía…bueno por mientras encuentro algo
mejor.
La crisis laboral, el incremento de prestaciones, la seguridad
laboral que en muchos casos implica ser parte del gremio, entre otros, fueron
factores que hicieron atractivo pertenecer al gobierno.
Dos ex diputados locales acaban de recibir sus jugosas
jubilaciones con salarios correspondientes a su último salario cotizado, que en
este caso fue de legislador. La suma alcanza casi los cincuenta mil pesos.
Maestros de profesión, su labora al frente de las aulas pasó inadvertida. Su
agilidad política los puso al frente de cargos sindicales y políticos de los
cuales sacaron raja.
La ley es clara en este sentido y su último salario antes de
su retiro es el que servirá de base para el pago de la jubilación. En el seguro
social, dicha jubilación se otorga conforme al salario cotizado durante los
últimos cinco años de labores, con lo que se intenta evitar que alguien se pase
de vivo y semanas antes de jubilarse convenir algún incremento salarial que le
permita agenciarse un beneficio que no le corresponde.
Por un lado los representantes populares desean ser tratados
como trabajadores comunes y corrientes y por otro, buscan hacerse de
privilegios que no gozamos todos quienes desempeñamos un trabajo. Las
vacaciones, compensaciones, gastos de representación, seguro médico, jornada de
trabajo, evaluaciones en su desempeño, sistemas para el retiro, pago de primas,
bonos de salida, entre otros.
La clase política en nuestro país goza de privilegios que no
corresponden a la realidad en la que vivimos
millones de mexicanos. Debe haber coherencia entre este gremio que goza
de prerrogativas de primer mundo en un
país donde la mayoría de sus habitantes padecen algún grado o nivel de pobreza.