miércoles, 27 de junio de 2012

Mítines


No vemos las cosas como son, las vemos como somos…Anaïs Nin


Las contiendas políticas están por llegar a su fin. En ellas vimos de todo y vimos lo de siempre. Spots, algunos buenos, ingeniosos, aburridos, sin contenido, otros hechos al vapor, los menos con derroche de talento. La televisión sigue siendo para los aztecas el medio por excelencia para descubrir la verdad. No existe un suceso significativo al cual demos crédito si antes no lo vimos por la pantalla chica.

Sin embargo para que ello tenga un significado verdadero, casi divino, se ocupa de interlocutores que gocen de prestigio y legitimidad. Los llamados líderes de opinión son quienes llevan la voz cantante en este acertijo de contar cosas que suelan ser tomadas y vividas como ciertas.

En los Estados Unidos la mayoría de la población sigue creyendo que al Presidente Kennedy lo mató un asesino solitario desquiciado, que de certero disparo se voló la cabeza. Igual sucede con el caso de Colosio o inclusive el chupacabras, Pedro Infante no ha muerto.  Obvio decir que existe un grupo pensante en la sociedad que no se involucra en estos cuentos y desde la trinchera de la crítica intentan hacer una labor de contrapeso, para amortiguar los excesos de los medios. Sin embargo, para que este peso sea proporcional, deberían estos críticos tener los mismos espacios que tienen los formadores o deformadores de opinión, cosa que no sucede.

Los mítines políticos siguen llenándose de cabo a rabo. Las imágenes de las plazas públicas con individuos alzando banderas y gritando vivas son trasmitidas por televisión como parte del escenario político. La nota siempre es reveladora de un suceso que jamás sucedió tal y como es narrado.  Los segundos que la Tv dedica al evento tienen que ver con un discurso al que nadie pone atención, mostrarnos a una plancha de gente que acudió acarreada, a recibir algo que corresponda a su paciencia y quietud en la lluvia, el frio o el sol. Se reparten al final lonches, libretas, vasos, camisetas y frutsis.

¿Qué se pretende? Mostrar en la televisión estas imágenes y por consiguiente crear en el público una idea del candidato, el partido y la contienda. Los medios televisivos deberían dejar de hacer estas coberturas que a todas luces son un montaje que pretende engañar al público. Sin embargo, existe un contubernio con el poder y debe éste someterse a los designios de las televisoras y a su vez éstas seguirse comportando fieles al poder institucional del cual dependen en mucho para el éxito de su negocio

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