miércoles, 16 de enero de 2013

MUNICIPIOS EN BANCARROTA



 Las deudas son como cualquier otra trampa en la que se es muy fácil caer, pero de la que es dificilísimo salir…George Bernard Shaw
  
  En 1994 todo mundo esperaba con ansia la Navidad, el presidente Zedillo recién tomaba posesión y las cosas parecía, se encaminaban a buen puerto. 

  De pronto la crisis estalló. El sistema financiero mexicano colapsó y con ello miles de familias vieron mermadas sus posibilidades de tener un patrimonio. La jauja económica que nos vendió el sistema se desmoronó por completo. 



   Una nueva crisis golpeaba a la ya de por si vapuleada sociedad azteca. Anécdotas como esta  forjan el carácter nos dicen. Los bancos quebraron, las tasas de interés se dispararon y con ello comenzó el tortuoso rescate que el gobierno federal ofreció a los banqueros a costa de la sociedad. 

  Los aztecas comenzábamos a vivir en una sociedad de consumo con todos sus accesorios. Acostumbrada a pedir fiado en la tiendita, la botica o la carnicería, de pronto se habían visto beneficiada con dinero plástico, sin mediar las consecuencias, vivir del crédito tiene sus riesgos.

  Pasaron los años y la lección pareciera no haberse aprendido. El 80% de los gobiernos municipales en México presentan una situación delicada en sus finanzas públicas. Su poco respaldo financiero ubican a muchos de ellos en calidad de riesgo. 

  En pocas palabras, no son sujetos de crédito porque su capacidad de respuesta es casi nula. Lo mismo sucedió con los intereses en los créditos tanto de tarjetas como de otros instrumentos. Las tasas se elevan en función del riesgo. En aquellos años muchos fraccionamientos fueron abandonados ante la falta de pago. Las casas vacías representaban aquel espejismo en que vivimos.

  Hoy en día las cuantiosas deudas gubernamentales siguen sin ser respaldadas por obras o acciones que den testimonio del despilfarro. Las familias pagaron caro su irresponsabilidad mientras las autoridades solo estiran la mano para que la federación a costa nuestra salga a pagar los platos rotos.

2 comentarios:

  1. Y no se podria hacer una auditoria para ver a donde se fue tanto dinero? La torre esa de gobierno, me parece muy buena idea para centralizar las oficinas y ahorrar dinero. Lo malo es que tambien se me hace una tapadera para aprovechar y esconder fuga de capitales con pagos excesivos a proveedores. Me imagino que el costo final fue mucho mas alto de lo presupuestado y como hablamos de millones de pesos que no creo tenga el gobierno a la mano pues pasan a ser deuda.

    JA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se se puede, sino deben auditarse estas y todas las obras que levanten sospecha de sobre precios. En el caso de la Torre, que se había dicho hasta el cansancio que no costaría dinero público al final no fue así y quienes vendieron el proyecto como tal siguen gozando de las prerrogativas del presupuesto y del fuero político.

      Eliminar

Gracias por tu comentario.