jueves, 17 de enero de 2013

LA SIMULACIÓN


Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira y las estadísticas…Mark Twain

 



   El Partido Acción Nacional recién concluyó su proceso de reafiliación de miembros. Convocó a su gremio a manifestar su convicción para mantenerse dentro de este instituto político. La respuesta fue catastrófica. No llegaron siquiera al 50% de su padrón que solían presumir. Las respuestas que los jerarcas panistas han manifestado son de todo tipo. Lo cierto es que su membresía creció en función de las dádivas y recompensas que ofrecieron a costa de su adherencia.


   Quienes ostentaban un cargo público y tenían aspiraciones políticas, solían inflar la nómina gubernamental con los supuestos miembros, quienes para pagar el favor debían acudir a las asambleas a demostrar sus simpatías con tal o cual pre candidato. Así este partido simulo su democracia desencadenando en escaramuzas vergonzosas donde la suerte estaba echada para quien tuviera un mayor número de adeptos producto de incrementar su nómina. De este modo Fernando Elizondo tuvo que ser nombrado candidato ante la amenaza de que Maderito hiciera uso de estas prerrogativas ganadas a costa del erario público.
De esta manera se puede explicar parte de los excesivos gastos en que incurrieron y siguen haciéndolo muchas administraciones municipales y estatales. Ser miembro del PAN implicaba ocupar un cargo en la administración pública, obligado solamente a acudir de manera religiosa a los compromisos partidistas. Sin crear convicción o compromiso ideológico, los panistas vieron como al terminarse el contrato, con ello terminó el vínculo creado.

    De nueva cuenta la amenaza de este tipo de prácticas ponen al panismo ante las cuerdas. No hay manera de detener la vorágine por el poder. Los mecanismos de control son poco claros y se perfilan ya desde ahora prácticas similares para beneficiar s sus candidatos de los próximos comicios.

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