Pulgarcito

Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentira a medias, de ningún modo es una media verdad…Jean Cocteau

Los Hermanos Grimm escribieron a mediados del siglo XIX una serie de cuentos infantiles, algunos del ellos convertidos en verdaderos clásicos. Pulgarcito es quizás la obra más conocida de estos escritores alemanes, nacidos en Hesse a finales de 1700.

Pulgarcito trata de un niño pequeñito del tamaño de un pulgar que nace en el seno de una familia de campesinos muy pobres, que complacidos por un hada les envía un hijo, pues era su mayor deseo.

Pasado el tiempo, Pulgarcito es vendido por su padre a un par de forasteros para exhibirlo y hacer fortuna. Pero la sagacidad del pequeño hace que sus nuevos dueños le pierdan la pista en el bosque. A partir de ahí vienen una serie de aventuras todas aderezadas por la chispa y picardía de pulgarcito. Al final regresa a casa en el vientre de un lobo a quien el padre da muerte.

Pulgarcito ha sido llevado a la pantalla grande y chica. Muchas versiones e historias se han desarrollado entorno a este personaje de pequeña estatura pero con una inteligencia y sentido del humor muy especial.

Pero lejos de olvidar a aquel diminuto personaje, en nuestra comunidad también tenemos a nuestro Pulgarcito. El pasado 1 de julio durante las votaciones los medios de comunicación relataron las visitas de “famosos” y candidatos a las casillas.

Por demás contento por haber cumplido con su deber cívico y acompañado de su esposa e hijo, Abel Guerra, candidato a diputado federal por el tercer distrito  aparece mostrando sus pulgares teñidos de tinta, como testigos fieles de haber cumplido con su responsabilidad. 

Pero el Arquitecto no votó, al menos no a la hora de la foto. Sin embargo, se dio el tiempo necesario para teñir sus pulgares en su casa, mientras su esposa preparaba la pañalera de la criatura. Una vez que el plumón se secó acudieron jubilosos a depositar sus votos y posaron para las cámaras.

La astucia, sagacidad y picardía del candidato se asemeja a la mostrada por Pulgarcito en las aventuras de su viaje de regreso a casa. Mediante la mentira y el engaño logró sortear obstáculos que se fueron presentando, pues su peculiar tamaño lo hacían valerse de esas habilidades.

Espero que para bien de los habitantes del distrito 3, este Pulgarcito no se valga de estas argucias para sacar adelante su responsabilidad que tiene delante de sí, como representante del pueblo.