En
la década de los setentas el programa musical FUEGO EN LA PISTA transmitido por
televisa causo furor. Lo conducía Fito Girón. En aquella época las pantallas de
televisión se inundaron de musicales que evocaban de cierta manera una mezcla
de inocencia y rebeldía.
Jhon
Travolta y Olivia Newton eran las figuras de moda. Los jóvenes emulaban sus
maneras de vestirse, bailar y hablar. Algunas estaciones de radio siguen
trasmitiendo los éxitos de aquella época e inclusive existe en nuestra
comunidad una tradición ya muy arraigada de acudir a lo bailes de “rolando los
años”. La música “disco” está vigente aun.
Las
pistas de baile de las discos se iluminaban con luces multicolores, las enormes
esferas de espejos daban la sensación de estar en el espacio, esto combinado
con la bebida y otras sustancias alucinógenas, te hacían creer que en verdad
tocabas las estrellas.
En
días pasados en el aeropuerto internacional de la ciudad de Chihuahua, los
bomberos asignados a la torre de control realizaron una tremenda pachanga. Con
bebidas embriagantes y mujeres de reputación para nada dudosa, llevaron a cabo
su ágape. Pero lejos de mantener oculto su afición a la fiesta documentaron el
hecho. Por cierto y haciendo un paréntesis, en los últimos años, la presencia
de cámaras fotográficas y de video en los celulares ha dado pie a que los
delincuentes, o quienes cometen alguna fechoría les de por documentarla.
El
caso es que el personal del heroico cuerpo de bomberos se pasaron de la raya.
En horas de trabajo y en las instalaciones que deberían resguardar celosamente
armaron su fiesta, dejando constancia de su irresponsabilidad y falta de
profesionalismo.
Aquel
personaje que interpretaba Cantinflas en el Bombero Atómico se quedo corto. Los
bomberos suelen ser una institución honorable, de respeto y ejemplo de
valentía. El deterioro al que nos estamos acostumbrando desgraciadamente ha
trastocado a instituciones que hace algunos años gozaban del prestigio y
respeto de nuestra sociedad.
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