El joven conoce las reglas, pero el viejo las
excepciones…Oliver W. Holmes
Hace casi cincuenta años el dibujante y escritor mendozino Joaquín Salvador
Lavado Tejón (Quino) dió vida a uno de los personajes más emblemáticos de la crítica
latinoamericana. Ella junto a un grupo de niños se encargaban de descifrar los
problemas que aquejaban al mundo de aquella época (muchos de esos asuntos
siguen vigentes).
Lo que comenzó como un encargo para un comercial,
terminó por convertirse en un modelo de reflexión y análisis a través de los
comics. Llevado a la pantalla y traducido a varios idiomas, Mafalda es un ícono
de la cultura política en el mundo.
Rebelde, incomprendida, con un toque sátiro,
sumamente crítica; este pequeño personaje se encargo de mostrarnos una visión
del mundo a través de un humor que le podía llegar inclusive a los adultos.
Proveniente de una clase media; junto a sus amigos
Felipe, Susanita, Miguelito, Guille y Libertad, lograron atraer la atención del
público bajo argumentos sencillos, claros y de intenso valor.
Los niños de ahora están muy lejos de Mafalda. La
historieta se publicó por última vez en el 73, y desde entonces comenzó la
búsqueda por llenar el vacío que dejó esta pequeña combatiente de gran talento,
aun y cuando su lucha continúa y al parecer por largo tiempo.
La niña Liza Sipmson intenta emular las maneras de
manifestarse contra la violencia, el hambre, el deterioro ambiental y las
guerras. Sin embargo se encuentra muy distante de lograrlo, a pesar de tener la
ventaja de aparecer en televisión.
Desafortunadamente para entender la elocuencia de
Mafalda habrá que leer su antología, lo que se convierte en todo un reto para
las generaciones futuras.
Mafalda
ResponderEliminarMe pregunto si las generaciones actuales leen.
ResponderEliminar