Tener
hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un piano no
lo vuelve pianista…Michael Levine
En México el crecimiento poblacional se ha desacelerando en
los últimos años. Lo mismo sucede desde décadas atrás en Europa y en América
del Norte. Asia y América Latina presentan ritmos más acelerados.
Durante años vivimos con la premisa de que la familia
numerosa era necesaria, representaba una fuerza laboral futura que apoyaría al
sostenimiento de las actividades productivas. Cuando la economía cambió y los
procesos productivos, migratorios, educativos, permearon en la familia, los
modelos fueron cuestionándose. Las iglesias se mantuvieron fieles a
pronunciarse por los hijos que Dios te dé.
Los aztecas asumimos el reto rematando, "donde
comen dos comen cinco.
China vivió una experiencia que lo obligó a decretar un
repliegue en su crecimiento poblacional, diseñando severas políticas
restrictivas. La bonanza económica le ha permitido liberar estas medidas,
vislumbrando así desarrollo más controlado.
El Congreso del Estado de Hidalgo, aprobó una reforma laboral
en la cual los empleados públicos varones podrán disponer de cinco días hábiles
con goce de sueldo para acompañar a su esposa o concubina posterior al parto.
La medida aunque austera, es un aliciente para los burócratas de familiarizarse
con las labores que implica el cuidado de una criatura recién nacida.
En algunos países europeos, la medida es hasta por dos años,
mismos que pueden compartir conjuntamente marido y mujer. Ello incentiva a la
población a tener hijos, debido a que la población en aquellos países está
decreciendo a ritmos muy delicados.
Como incentivo para reproducirse o no, es necesario que los
varones mexicanos sean beneficiados con medidas como estas, (pero no 5 días) y
que permita compartir los deberes y cuidados que requiere un nene en sus
primeros meses de edad. De esta forma lograremos integrar mejor a la familia y
tener padres más responsables.
A mi punto de vista, se necesita crear un acuerdo internacional donde todas las naciones tengan un estándar del máximo de hijos que pueden tener las parejas, creo que ésta sería una medida para poder dar mejor prosperidad a una mejor calidad de vida en el mundo.
ResponderEliminarEl crecimiento acelerado que presentan los tiempos de hoy no está marcando la pauta de que, así como crece las familias, así crece la demanda de alimentos, servicios, gastos y a la larga las generaciones futuras se verán en caos de escases de estos, y ya se imaginaran que cosas pudieran pasar.
Y estoy muy de acuerdo contigo Omar, los padres de hoy no están preparados para el rol de ser Padres de familia, por el hecho de tener la responsabilidad de mantener a una familia, dejan a un lado la esencia de lo que es ser un verdadero padre.
Hay que darle mas hincapié a este aspecto, debido a que estos tiempos necesitan de más apoyo e interacción de los padres hacia los hijos, la sociedad necesita hijos con bases y principios morales que los haga valer de forma responsable en las diferentes culturas que existen.
La iglesia nos dice: Por los hijos que Dios te de, Los aztecas asumen: "donde comen dos comen cinco”…….yo opino que: “Padres que no crían a sus hijos, hijos que se convierten en cuervos con cuernos de chivo”.
Saludos.
Si bien es cierto que las libertades deben hacerse valer al máximo como forma de vida óprtima, es necesario más que leyes que regulen la cantidad de hijos, crear conciencia entre los hijos que podamos procrear y a la vez educar y formar conforme a las necesidades y pautas que el planeta exige.
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