viernes, 22 de marzo de 2013

BOMBERITO JUÁREZ



Tanto entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz…Benito Juárez

Cuando joven mi padre se vió envuelto en un incidente de tránsito. Una vez en las celdas de la corporación pidió hablar con un amigo suyo. El celador le preguntó que con quién deseaba hablar a lo que mi padre respondió que con Benito Juárez. A raíz de su dicho el castigo fue aun mayor por querer burlarse de la autoridad. Lo cierto es que Benito era un amigo de la infancia y emulando al prócer, había cursado la licenciatura en derecho, pensando seguir los pasos del indígena zapoteco. 

En la escuela nos enseñan que con la llegada de la primavera hay también que festejar el natalicio de uno de los héroes de nuestra patria. Nos enorgullece que un indígena oaxaqueño haya llegado a ocupar la presidencia de la república, hecho que vemos como algo insólito contrario a todo pronóstico. Creo que hoy eso sería algo menos probable, a pesar de los avances democráticos, que evocan la igualdad y equidad.

Juárez luchó contra fuerzas políticas nacionales y extranjeras. Su gobierno peregrinó por distintos rincones del país, donde fue acogido por el pueblo deseoso por restablecer la paz, la armonía y rescatar la soberanía. 

El legado jurídico sigue siendo orgullo nacional. Las leyes de reforma atribuidas a él permanecen vigentes. Ciudades, avenidas, escuelas, plazas y universidades llevan su nombre. Quizás sea el presidente mexicano más reconocido y que mayor orgullo representa para nuestra nación.
Manuel el ”Loco” Valdez fue castigado por hacer mofa de él. Años atrás hacer chistes en radio o televisión sobre la persona de Juárez implicaba multas y veto temporal. Era tal el respeto que no podía más que venerar a tan ilustre mexicano. 

Con el tiempo hacer burla de los presidentes es algo normal, será que con sus actos y ocurrencias contribuyen a fortalecer la comedia mexicana.


miércoles, 20 de marzo de 2013

A RÍO REVUELTO



Sólo después de instituida la ley se puede hablar de justicia y de injusticia..Friedrich Nietzsche
 
  De pronto la nación se ha visto invadida de grupos de autodefensa. Muchos factores han alterado el orden social ocasionando la insurrección de estos movimientos que en algunos casos pueden ser  auténticos casos de clamor popular en pos de la justicia, otras veces se convierten en espacios de expresión de la misma violencia que encuentra un nicho que fácilmente se acomoda en el caos en el que vivimos.

  El establecimiento de controles ciudadanos como guardianes del orden suponen un desajuste respecto de la escencia gubernamental, que debiera enfocarse a la salvarguada de la integridad y el respeto irrestricto de las garantías. Ante la ausencia de gobiernos efectivos que doten de este principio, la sociedad busca organizarse y armarse hasta los dientes en pos de encontrar la paz.

  Los linchamientos evocan por un lado la incapacidad gubernamental para atender el problema, y por el otro al nivel de violencia que se ha incrustado en nuestros genes. La justicia entonces no encuentra otra expresión que la muerte. 

  El clamor popular deseonso por reestablecer la paz, encuentra su origen en penas severas dictadas bajo mandatos populares que agraviados y ofendidos suelen manifestar su ira contra el agresor imponiendo todo el peso de la “ley”, misma que ha sido diseñada bajo un ambiente de hostilidad y dolor que penosamente tiene resultados desastrosos.

  Las tareas de la seguridad y el orden deben ser compartidas entre autoridades y pueblo. Cuando uno lo hace por cuenta propia puede desencadenar en el rompimiento del orden deseado, poniendo de manifiesto que las instituciones que dan sustento al quehacer público y aquellas cuyo nacimiento deviene del rencor y el odio, no producen los efectos esperados, generando con ello un clima más oscuro y menores alcances.


martes, 19 de marzo de 2013

LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE OLEO


Cuánto más corrupto es el estado, más leyes tiene…Tácito

Hoy conmemoramos el 75 aniversario de la expropiación petrolera. Para los aztecas el petróleo significa el estandarte que auspicia el nacionalismo. No hay poder sobre la tierra que pueda siquiera plantear la necesidad de reconvertir la empresa, pues ello significaría un sacrilegio.

El sistema económico mexicano esta soportado en el petróleo. Significa el 40% de los ingresos nacionales  r Pero a su vez la empresa se encuentra en una situación compleja desde la óptica fiscal. PEMEX no puede disponer de sus propios ingresos porque se encuentra a merced de los tributos que debe pagar al fisco, provocando que no logre modernizarse ni expandir su infraestructura, al grado tal que somos insuficientes para producir nuestra propia gasolina.

La empresa durante estos 75 años ha estado envuelta en una serie de escándalos ligados a la corrupción y el despilfarro. Muchas de las veces ha funcionado como la caja chica del gobierno, financiado campañas políticas, inclusive poniendose al servicio de sus liderazgos sindicales que siguen despilfarrando a manos llenas el patrimonio de todos.

Apostamos a la bonanza petrolera, sin embargo, a diferencia de otros países, ésta ha estado al margen de la gente. Incapaces  de convertir esa riqueza en infraestructura o servicios de calidad educativos y de salud. No hemos fincado los cimientos de una nación próspera que aprovecha otros recursos disponibles, apostando principalmente al petróleo  que pronto habrá de acabarse y con ello nos esperan momentos de penumbra y zozobra.

Si bien es cierto el camino de la privatización nos asusta, pues nos hace recordar aquellos movimientos turbulentos donde los bancos pasaron a manos privadas de amigos y compadres, o donde las empresas mexicanas fueron rematadas a precios de risa. Debemos entonces pensar en enmendar el camino erradicando la corrupción y poniendo al petróleo al servicio de la patria.