La
juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu…Mateo Alemán
El servicio social es
una práctica que data oficialmente de la época del presidente Cárdenas, que se formalizo mediante la firma
de un convenio de colaboración con la Escuela Nacional de Medicina de la UNAM,
ampliándose posteriormente con la incorporación del IPN, en su especialidad de
enfermería. Desde entonces miles de jóvenes de todas las Universidades año con
año forman parte de esta obligación que implica prestar horas de servicio en
diversos programas del sector gubernamental, social, académico y privado.
Es una práctica en la
cual estudiantes de todas las especialidades ponen al servicio de la comunidad,
conocimientos, habilidades y tiempo para el cumplimento de acciones con alto
contenido social, la cual combina aprendizajes en el aula con prácticas
concretas sobre asuntos y problemas.
Uno de los debates de
los últimos años, es la incursión de los jóvenes al sector productivo. De las
Universidades se gradúan anualmente miles de estudiantes cuya prioridad es
encontrar un empleo, sin embargo, las posibilidades de obtenerlo son escasas,
generando serias distorsiones en el plano económico, laboral, social y
educativo.
El servicio social
podría convertirse en un espacio donde la práctica, la experiencia y la
obtención de una remuneración contribuyan al fortalecimiento de las capacidades
de los jóvenes, permitiéndoles incorporarse a un empleo “formal” que brinde
sustento a proyectos de alto impacto social.
Los diversos sectores
deberán convenir el diseño y ejecución de proyectos sobre asuntos relevantes
que requieran del apoyo de estos jóvenes y que a su vez les permita
concientizarse y solidarizarse durante estas prácticas.
Pugnar por un servicio
social de 2000 horas pagados conjuntamente entre sector privado y público, para
que los jóvenes adquiera experiencia suficiente y puedan a la postre
incorporarse al sector productivo con la experiencia que se demanda.
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