Sabina narra en esta canción su inusual anécdota vivida a manos de unos delincuentes con quienes una vez que reconocen que su víctima es el cantautor, deciden irse juntos de parranda. Al final le devuelven lo hurtado con la promesa de que les componga una canción.
Resulta muchas veces paradójico, pero inclusive se ha diagnosticado el síndrome de Estocolmo. Una reacción sicológica en la cual la víctima de un secuestro o una persona retenida contra su voluntad, desarrolla una relación de complicidad, y de un fuerte vínculo afectivo con sus secuestradores. Se debe principalmente, a una malinterpretación de la ausencia de violencia contra su persona, el cual identifican como un acto de humanidad por parte del secuestrador.
En nuestro México es común ver como las agresiones físicas y verbales afianzan las relaciones maritales. Aquella mujer que es salvajemente golpeada por su marido, logra el perdón de su consorte debido a que esa es su manera de querer. El amor apache hace de las suyas y a cupido no le resta más que lanzar granadas y petardos en lugar de inofensivos flechazos.
Durante la presente semana los tres principales partidos políticos se sentaron juntos a la mesa y decidieron firmar un pacto político nacional de proporciones mayores. El motivo fundamental; fijar las posturas coincidentes sobre los temas nacionales y trabajar de la mano para sacarlos adelante.
Hace escasos cinco meses, estos partidos estaban de la greña. Descalificaron el triunfo de uno de ellos y llegando el caso a los tribunales, mismo que sigue vigente. Esperemos que este pacto sea una manifestación para que mediante el diálogo se logren los acuerdos necesarios para el país y que no se convierta en una aceptación tácita y servil de la oposición para con el nuevo gobierno.
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