Para la abeja laboriosa no hay tiempo de estar triste…William Blake
Cuando uno viene llegando de otro estado recibe una cordial
bienvenida por parte de la autoridad, que destaca las virtudes de nuestra tierra a
través de panorámicos: Nuevo León, tierra
de oportunidades, leyenda que evoca la esperanza de una vida mejor para
aquellos que han decidido asentarse por estos lares.
Hace dos años conocí a Benicio Furtado Olivares, vino de San
Cayetano de Vacas, Municipio de Doctor Arroyo. Cuando escuche su nombre me lo
imagine con el yérsey del Manchester United. Lo cierto es que nuestro paisano
es un hombre de campo que dejó estas labores para buscar suerte en la ciudad.
Después de buscar trabajo como ayudante general, peón, mozo y
velador, parecía que la suerte no lo acompañaba, hasta que encontró empleo en
una empresa de taxis. Furtado como le gusta que le llamen, aprendió a manejar
desde pequeño, entregando la cosecha en la troca de su padre.
Me dijo que estaba muy a gusto en aquel empleo, aunque en
ocasiones se las veía difícil para juntar la renta diaria, casi siempre salía;
cuando no, lavaba coches con sus vecinos
con lo que sacaba el chivo.
Furtado trabaja para un patrón que tiene 1000 taxis. Mantiene
la esperanza que cumplidos 3 años de pagos puntuales la unidad será suya, no
así las placas. Deberá pagar el equivalente a 450 mil pesos por un coche que
vale 120 mil. Dice que venderá la tierra que tiene para completar unas placas
que valen alrededor de 200 mil pesos.
Su patrón es un ex gobernador que tuvo la fortuna
de comprar esa cantidad de placas, además de explotar a Furtado y a otros 999
taxistas que diariamente entregan su esfuerzo para que este personaje se
enriquezca a sus costillas.
Nuevo León, tierra de
oportunidades.
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