La
única manera de conservar la salud es comer lo que no quieres, beber lo que no
te gusta, y hacer lo que preferirías no hacer…Mark
Twain
Los esfuerzos de las autoridades parecen poco efectivos. La
sociedad no encuentra mecanismos sólidos que permitan afrontar con
conocimientos dicha problemática, inclusive aun siquiera buena parte de la
sociedad reconoce que lo tiene. Las acciones están aisladas unas de otras,
provocando que mientras se logra avanzar en algún aspecto, dicho logro se
contrarresta con otra reacción.
La industria alimenticia no se compromete. Altos contenidos
de sal, azúcar y grasas siguen siendo los alimentos preferidos de ciertos
segmentos de la población que son quienes padecen de forma más seria este
problema.
La promoción del deporte oficial se hace bajo premisas poco
eficientes y claras. Las Unidades deportivas municipales funcionan privilegiando
a la burocracia. Abren en muchos casos a las 11 de la mañana y cierran a las
19:00 horas. El cubo acuático de Churubusco, cede el espacio a los comerciantes
los fines de semana, por lo que las instalaciones permanecen cerradas. Llegar a
fundidora en coche implica pagar 50 pesos por estacionarte. Los espacios
públicos para el deporte en las colonias permanecen olvidados, convirtiéndose
en incentivos para malvivientes, vagos y pandilleros.
Los ayuntamientos y el estado, deben proponer un acuerdo amplio
que permita homologar la operación de las unidades deportivas. Cobrar simbólicamente
para garantizar su mantenimiento. En Fundidora en lugar de buscar construir un
estacionamiento, sería necesario incluir regaderas y baños en condiciones
higiénicas. Las instalaciones deportivas deben permanecer abiertas desde las
6:00 hasta las 21:00 horas a efecto de permitir que su acceso sea para un mayor
número de personas.
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