No
siento el menor deseo de jugar en un mundo en el que todos hacen trampa…François Mauriac
En días pasados se dieron a conocer grabaciones en las que se
escuchan como funcionarios del gobierno estatal y federal de Veracruz buscan
utilizar los programas sociales para obtener ventajas electorales en los
próximos comicios locales. Pronto la reacción de los panistas fue de amagar con
abandonar el PACTO, si no había una reacción enérgica y contundente por parte
del gobierno federal.
Pronto la Secretaría de Desarrollo Social cesó a los
funcionarios involucrados en el manejo de programas sociales. La titular
compareció ante el Senado, donde fue objeto de todo tipo de señalamientos y con
eso se suponía la petición había sido cumplida, sin embargo, el PAN aun duda si
permanece o no en el dichoso PACTO.
Escaramuzas como estas se presentarán en cada proceso
electoral en todas las entidades federativas. Si en algo nos hemos distinguidos
los aztecas es en no jugar limpio en ninguna competición. Nos hemos enseñado a
que el que no tranza no avanza. Y los procesos electorales se han convertido en
el as de ases en estos menesteres de la chapuza y la trampa.
No hay proceso electoral, inclusive los internos de los
partidos políticos, donde no se valgan los contendientes de mecanismos al
margen de la ley para obtener ventajas. Lo importante es obtener el triunfo a
cosa de lo que sea. Así se hagan berrinches y denuncias en todas las instancias
nacionales e internacionales. Hemos creado un sistema electoral amplio y caro,
que a la postre sigue dejando dudas enormes.
En el IFE uno de sus consejeros renunció por el escándalo de
las últimas elecciones federales. Un hombre integro que a cabalidad había
logrado sortear las inclemencias de navegar en las aguas turbulentas de la
política. En el último tramo de su exitosa carrera tuvo que ceder, pagando caro
el precio de la lealtad.