EL PRINCÍPE DE LAS ARTES GRÁFICAS

Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista…Oscar Wilde

Hace 545 años murió en Alemania un 3 de febrero Johannes Gutenberg, a quien se le atribuye haber inventado la imprenta con tipos móviles. Este ilustre  personaje a quien todos recordamos por su aparición en los libros de historia de la primaria tiene un especial significado más allá de los relatos en la escuela.

Mi padre se dedicó al oficio de impresor casi toda su vida. Heredó de su padre el gusto o disgusto de lo que antaño era un arte. El aroma a solventes y tintas que había en su taller era característico. A cada trabajo le imprimía literalmente una atención especial. Conservaba sus tipos con los cuales como en los tiempos de Gutenberg, formaba palabra por palabra hasta completar un texto. 

Realizar unas tarjetas de presentación requería de todo el empeño, habilidad, conocimiento y sobre todo un toque artístico. Era toda una odisea plasmar sobre papel recetarios, facturas, órdenes de compra, y cuanto más documento que encontrábamos en cualesquier almacén o comercio. 

Pero como toda industria sufrió una onda transformación en las últimas décadas. Los tipos móviles fueron sustituidos por linotipos y formas de aluminio montadas sobre maderas, placas grabadas, impresión láser y digital. Hoy en día la papelería que utiliza una empresa o comercio se realiza de forma doméstica prescindiendo de la imprenta.

Con la llegada de la tecnología culminó una época que se mantuvo vigente durante siglos. La imprenta se transformó drásticamente para dar paso al uso intensivo de la máquina sustituyendo el trabajo artesanal por la creatividad computacional. 

Las nuevas tecnologías además de contribuir a realizar las tareas de una manera más ágil y sencillas, deberán mantener en la persona, el gusto, cuidado y esmero que exigen cada actividad, para que la sensibilidad artística prevalezca.