La mayoría de la gente prefiere pagar para
entretenerse que para educarse…Robert
C. Savage
Últimamente
la fiesta en la ciudad ha cambiado, la violencia principalmente ha provocado
que los trasnochadores busquen alternativas seguras para seguir la pachanga. El
estado en que vivimos trajo consigo el repliegue a nuestras casa, desafortunadamente
tanto alboroto ha trastocado la
tranquilidad a los vecinos
Algo que
también cambió fue la fiesta en sí, ahora no debe falta la rocola. Este
instrumento hace cantar hasta al más tardo. La música comienza con un tono
tolerable, digamos que hasta bajito, con canciones románticas y remembranzas .
Pero a medida que el alcohol hace sus efectos comienzan las transformaciones.
Aparecen
entonces las Jeny Rivera, las Paquitas no pueden faltar, Leonas Dormidas,
Amandas Miguel, Luceritos (esas son las ñoñas) Paulinas Rubio. Los hombres
hacen honor a sus rollizos cuerpos y aparece Pesado, La Firma, Intocable. A las
dos de la mañana el canto se convierte en alarido, todo mundo le mueve a la
música a su antojo, las canciones las cortan a la mitad, surge el pleito por el
micrófono, unas lloran, otras nomas se acuerdan.
En concordancia para el
gobierno estatal la fiesta también ha cambiado de tono. Ahora la
infraestructura recreativa se aprovecha para estos fines. Graduaciones, quince años,
casorios, posadas, entierros…
Sin afán de
querer aguitar el relajo ahora si se pasaron. Rentar las Grutas de García para
fiestas; un espacio natural que tardo miles de años en formarse y disponerlo
para reventones. Este patrimonio histórico requiere especial cuidado para su
conservación.
Aun y si los
estudios de impacto hubieran sido positivos, creo que el mensaje no es
adecuado. El espacio es de todos, el gobierno solo lo administra. Entonces °¿todos podríamos disponer de él para llevar un kareoke y emular a la Juanga.?... Pos
no!
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