Esta semana
no podía alejarme de los comentarios respecto de las elecciones en el vecino
país. Los analistas, expertos en relaciones internacionales y lenguas muertas,
dan cuenta de los beneficios o maleficios en caso de que gane tal o cual candidato.
Lo cierto es que con demócratas o republicanos las cosas siguen y seguirán
igual que siempre.
El morenazo
de fuego lleva cuatro años en el poder y por razones de su colorida piel,
pensamos que a los aztecas por fin nos haría justicia la revolución. Lo cierto
es que los temas que nos interesan tratar con los norteamericanos no siempre
son de su interés, por lo que empatar las agendas entre ambas naciones es harto
complicado.
El asunto de
mayor importancia para nosotros es el tema migratorio y lo que ello trae
consigo. Desde la seguridad de los migrantes, su trato por parte de la patrulla
fronteriza, las vejaciones y el maltrato cuando estos son deportados, las
condiciones laborales, el ingreso a los sistemas de educación y salud,
podríamos decir es lo que nos interesa. El otro tema tiene que ver con el
tráfico de armas hacia suelo mexicano.
Pero ambos
temas no son prioritarios para los Estados Unidos. Ni demócratas ni
republicanos darán un giro a sus formas como hasta ahora han dirigido la
política anti inmigrante y la venta de armas en su país. Pues son temas que
trascienden el plano político, se incrustan en su tejido social como parte de
su cultura.
Las cosas
comenzarán a cambiar, cuando reciban ellos el mismo trato que recibimos
nosotros en calidad de migrantes legales o ilegales, cosa que veo complicado que
suceda.
Así que
mejor volteemos la mirada hacia aquello que realmente nos interesa: Ayer hubo
nuevos avistamientos de osos en la ciudad.
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