El tiempo no pasa, el tiempo se queda. Somos
nosotros los que pasamos..Henry Austin
Dobson
Siempre que
se avecina un cambio de gobierno en cualquiera de sus ámbitos de actuación, se
modifican sus estructuras y formas de organización. Lo primero que vimos con
las nuevas administraciones municipales fueron nuevos logotipos, colores y
emblemas que los identifican.
Posteriormente
vienen los cambios en su organización interna. Hay que crear instituciones,
desaparecer otras, fusionar áreas; esto para dar la impresión de que un cambio es
real y que se avecinan nuevas maneras de hacer las cosas.
Sin embargo todo
cambio debe obedecer a un propósito. Si bien cambiar los logos y colores, significa
crear una nueva identidad institucional; la reorganización de las estructuras
supone una mayor eficiencia en la prestación de servicios y dejar sentado
cuáles serán las prioridades de la administración en turno.
Así mismo
cuando los temas pasan a planos inferiores, las secretarías se convierten en
subsecretarías o direcciones, con lo que se envía un mensaje claro sobre la
prioritario de determinados asuntos.
Espero que
más que la estructura o los colores, los verdaderos cambios en el gobierno
federal vengan de las actitudes de quienes estarán al frente en la toma de
decisiones y ejerzan el poder bajo criterios de legalidad, eficiencia y
honradez, de los demás nos encargamos nosotros.
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